El chocolate es una delicia que ha sido disfrutada por siglos, pero ¿alguna vez te has preguntado cómo se hace? Acompáñanos en este recorrido chocolatero y descubre el fascinante proceso de elaboración del chocolate artesanal. ¡Allá Vamos!
El viaje del chocolate comienza en las plantaciones de cacao. Los árboles de cacao crecen en climas tropicales, principalmente en regiones de América del Sur, África y Asia. Estos árboles producen vainas grandes y coloridas que contienen los preciados granos de cacao.
La cosecha es un proceso delicado. Las vainas de cacao se recogen a mano, utilizando machetes para no dañar los granos. Una vez recolectadas, las vainas se abren para extraer los granos, que están rodeados de una pulpa blanca y dulce.
Los granos de cacao recién extraídos se colocan en contenedores de fermentación. Este proceso, que dura varios días, es crucial para desarrollar los sabores del cacao. Durante la fermentación, los granos adquieren su color marrón característico y comienzan a desarrollar los complejos sabores que encontramos en el chocolate.
Después de la fermentación, los granos se secan al sol. Este paso reduce la humedad y prepara los granos para su transporte a las fábricas de chocolate.
Una vez que los granos de cacao llegan a la fábrica, se limpian y se tuestan. El tostado es un paso fundamental que realza los sabores y aromas del cacao. Dependiendo del tipo de chocolate que se quiera producir, los granos se tuestan a diferentes temperaturas y tiempos.
Después de tostar, los granos se trituran para romper las cáscaras y liberar las nibs de cacao, que son las partes comestibles del grano. Luego, se realiza un proceso llamado winnowing, que separa las cáscaras de las nibs.
Las nibs de cacao se muelen hasta convertirse en una pasta líquida conocida como licor de cacao. Este licor se puede presionar para separar la manteca de cacao y el polvo de cacao, que son los componentes básicos del chocolate.
El licor de cacao, la manteca de cacao y el azúcar se mezclan y se amasan en un proceso llamado conchado. Este proceso, que puede durar varias horas, mejora la textura y el sabor del chocolate.
El templado es el siguiente paso crítico. Se calienta y se enfría el chocolate de manera controlada para obtener una textura suave y un brillo atractivo. Este proceso también asegura que el chocolate se derrita adecuadamente en la boca.
Finalmente, el chocolate se vierte en moldes para darle forma. Luego, los moldes se enfrían para que el chocolate se solidifique. Una vez enfriado, el chocolate se desmolda y está listo para ser empaquetado y disfrutado.
Cada paso del proceso se realiza con dedicación y pasión. Utilizamos ingredientes de la más alta calidad, como cacao de origen belga, para crear chocolates que no solo son deliciosos, sino también una obra de arte. Te invitamos a probar nuestros chocolates artesanales y experimentar la diferencia.
